Después de más de un siglo de existencia, la cama nacional entra en una nueva era gracias a la familia Beaufour-Lévy, sus nuevos propietarios. Se realizan importantes inversiones para permitir a los maestros artesanos de los talleres expresar su know-how con la misma pasión del bello gesto, vinculado al requisito de perfección en su realización. Al igual que las hermosas casas parisinas de alta costura, la creatividad se expresa ahora a través de colecciones estacionales cada vez más exclusivas.