El Maxwell Wintrebert de Jeremy pertenece a esta generación de plástico y virtual. Desde la infancia le gusta pintar con los dedos y moler el plastilina. Empujando por la vida, puesto que él pierde a sus padres en el medio de la adolescencia, él pasa su BAC y va a los Estados Unidos. Sigue los pequeños trabajos y descubre en California el taller de un joven fabricante de vidrio mexicano. Una verdadera revelación. Él hizo un aprendiz con los glassers americanos e italianos hasta 2007. en esa fecha se mudó a Francia y creó su propio estudio. En 2009, fue seleccionado como talento a la carta en el salón M&O. Trabaja en toda Europa y para hermosos letreros/Serge Bensimon, Galerie Matignon, gracias, Galerie Carole Decombe... El vidrio es su pasión, el material fundido lo inspira, a alta temperatura, este líquido transparente, ardiente, delicado y peligroso sólo requiere existir. Estos gestos muy precisos, sus conocimientos adquiridos y su experiencia le abren todos los universos, desde la mesa de café hasta las esculturas contemporáneas.